INFIDELIDAD CONYUGAL
Hemos hablado ya con anterioridad sobre el Adulterio en la relación de pareja, pero quisiera hablar acerca de la infidelidad, a menudo confundimos los términos y pensamos que ambas palabras significan lo mismo y no es así.
Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.
Juan 4:17-18
En este pasaje El Señor Jesucristo nos muestra a una mujer samaritana que había tenido 5 maridos y asumimos que esta o su pareja adulteraron, pero pensemos un poco qué tal si ni ella ni su pareja adulteraron sino que fueron las circunstancias a su alrededor lo que provocó la ruptura de esa unión y quizás ninguno de los dos pregunto ¿qué es lo que pide Dios del matrimonio? El Señor nos pide Fidelidad y para saber qué es esto su palabra nos dice:
Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;
Deuteronomio 7:9
Cuando Dios habla de Fidelidad lo dice por el atributo que Él tiene de no faltar a sus promesas, cuando decidimos casarnos o juntarnos con un hombre, le hacemos una o varias promesas en el altar o frente a un juez, las recuerdas una de ellas es estar juntos hasta que la muerte los separe, que tu marido te proveerá de lo necesario, cuidarse mutuamente en la enfermedad, confiar uno en el otro, etc. Esto es que deberán llevar una relación moral por mutuo consentimiento. Y esto es uno de los frutos del Espíritu.
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
Gálatas 5:22
La Infidelidad se refiere a la carencia de esa lealtad o quebrantamiento del compromiso moral adquirido con tu pareja, esto es cuando dejamos de respetar a nuestro cónyuge, se rompe la comunicación, dejamos de colaborar con él, o de atenderlo, en fin perdimos la confianza en él.
¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro, profanando el pacto de nuestros padres?
Malaquías 2:10
Cuando se es Infiel es muy fácil mentir, evadir o a veces hasta dejar de hacer lo que te corresponde en lo referente a la atención a tu pareja; en una ocasión estando en una reunión con los hermanos de la congregación uno de ellos se quejaba amargamente porque su esposa tenía muchas células atendía hasta 2 diarias de lunes a viernes, el sábado le tocaba asear el templo y el domingo era la reunión en el mismo, él llegaba cansado de trabajar y hambriento, lo que esperaba era que al llegar a casa su esposa lo atendiera y le sirviera la comida caliente y ella no estaba, algunas veces le dejaba la comida para que el la calentara y otras se olvidaba de dejar comida porque ni para ella hacía. ¿Estará la hermana siendo Infiel?
No reparéis en que soy morena, Porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí; Me pusieron a guardar las viñas; Y mi viña, que era mía, no guardé.
Cantares 1:6
Te recuerdo hermana que para Dios nada hay oculto y hará que tu pecado salga a la luz, pues no solo eres infiel a tu pareja sino a Dios mismo pues no puedes serle fiel a quien puedes ver.
Porque mis ojos están sobre todos sus caminos, los cuales no se me ocultaron, ni su maldad se esconde de la presencia de mis ojos.
Jeremías 16:17
Si tienes comunión con Dios entonces tienes en ti el discernimiento para que puedas darte cuenta que es lo bueno y lo malo.
Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos;
Isaías 11:3
Reconoce tu pecado y tu maldad y comienza por confesarlos a Dios reconociendo tus debilidades que hacen que le seas infiel a tu marido, recuerda son actitudes que te apartan de la lealtad hacia él y provocan que el amor y la fe se vuelvan pequeños ante la desilusión. Mas este es un deber de de la esposa.
Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido;
1Corintios 7:10
Porque mientras siga latiendo en tu corazón el amor a tu pareja, la confianza y la sinceridad, además de la comunicación entre ambos, (de decirse que esperan uno del otro), será lo único que pueda ayudarte a recuperar tú matrimonio, después de todo el amor de Dios está presente porque Él escogió tu pareja idónea.
El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová.
Proverbios 18:22
Después de todo Dios nos recuerda que este es el amor que debes de sentir por tu marido.
Las muchas aguas no podrán apagar el amor, Ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, De cierto lo menospreciarían.
Cantares 8:7
DIOS TE BENDIGA